Porque siempre estoy girando en círculos,
porque te amo y no,
porque te olvido y no,
porque te lloro y no.
Las madrugadas no me saben igual desde hace tiempo,
las impregnaste de tu juego,
de tu aroma que no conozco,
del eco de tu risa que a penas recuerdo...
Te siento y no,
porque mis ojos cuando se cierran
lo único que buscan es encontrar el roce de tu cara,
la ternura de tus dedos,
las cuerdas de tu guitarra.
Porque con el "te amo" que me regalas,
me partes el mundo,
me ciegas el alma,
me creces las ganas...
Te suelto y siento de nuevo la marejada de remordimiento,
de sentir que miento,
de querer correr y esperar que el aire me quite de encima tu recuerdo
que todo el día me palpita en los oídos,
en las palabras.
El corazón también sabe mentir:
me dice que no mientes, que no tenga miedo,
que espere tranquila, que camine sin prisa...
pero miente.
Miente porque la brecha que te inventaste en mi vida,
no la puedo cruzar más que con la frescura de un beso que no se ha dado.
Déjame encontrarme en tus caricias,
en tu aliento,
en la curva de tus labios...
porque sé que ahí es donde estoy,
no donde mi cuerpo presume estar.
Mariajosé Martínez.
Ciencias de la Comunicación, 3er Semestre.
ITESO.
1 comentario:
sublime... =O
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