miércoles, 15 de octubre de 2008

No se olvida

Hombre soy, sin importar
mi raza, mi credo, mi color
sin importar
mi vida, mis amigos, el dolor.

Hombre soy
para amarte, mujer
con tu figura sinuosa
y con tu sexo manantial
con tu faz hermosa
y tu problema hormonal.

Para poder amarte en cada instante y desde siempre
para creer que debo protegerte
y acabar acurrucado, llorando, en tu vientre.

Hombre soy también
para aceptarte
bella y como eres, naturaleza
para ser uno contigo,
perderme en tu maleza
y contemplar tu rostro en el trigo

Para sentir en cada tallo la savia de tu amor
para entender que eres mi madre, mi origen, mi final
para beber el néctar de tu infinito verdor
y para fundirme contigo, en una danza tribal.

Hombre soy, pues
al igual que tú mujer
para mirar el cielo
y morir en un bello atardecer.

Héctor Alejandro Rodríguez Martínez
Filosofía, 1er Semestre
ITESO

1 comentario:

Dime Poesía dijo...

Uno de los que más me hicieron sentir hombre, humano, en la primera sesión y para siempre