
Y es que hoy estamos separados, tan lejos, tan distantes, sin estar enamorados. El presente me recuerda partes de consuelo, para así nada añorarte, y olvidarte con tu cielo. No me presta ni un segundo, en que pueda recordarte, pues si luego me confundo, yo podría de nuevo amarte. No me da ni la palabra para darte algún consejo, me arrebata las ideas, me las quita y no me quejo. Me abraza fuerte a su lado, para que en nada te encuentre, para que no seas frecuente, para que de ti; jamás, yo me sienta aferrado. Me asfixia si es necesario, con su recuerdo envolvente, por que no es nada reciente, que aunque te deje en el armario, te traiga siempre en mi mente. Ya no me cuesta aceptarlo, me cuesta no recordarlo, pues el presente me engaña, fingiéndome alguna hazaña. La hazaña de no tenerte, aquella de ya olvidarte, la que logré simplemente, cuando al fin decidí no amarte. Y cuesta cuando me alejo, cuesta… pues no te dejo, por que te traigo en mi mente, te traigo siempre presente. A veces algún reflejo, me acerca hacia tu presencia, pero es cuando yo me alejo, ‘presente’ está en mi conciencia. Presente es de lo que vivo, aunque de tu recuerdo siga hablando, para ti es todo lo que escribo, para ti que aquí seguirás rondando. Para ti son esas cartas, que hablan de mil amores, que algunas parezcan farsas, son parte de mis errores. Presente insisto escribiendo, y el pasado te vuelve a recordar, por eso digo lo que voy sintiendo, por si algún día me llegas a amar.
Andres Magaña.
Lic. Gestión de Empresas Turísticas, 7timo Semestre.
U.A.G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario